La Vanguardia 6/1/2013 | Entrevista imposible, por Víctor Amela
El Rey no es una persona con la que se pueda hablar… en registro periodístico: es inentrevistable
Hemos visto una “entrevista al Rey”, en palabras de TVE. “¡Entrevista al Rey!”: este sintagma es un oxímoron. Es un modo de hablar, y lo entiendo… pero debo insistir en que es un sintagma contradictorio en sus términos. La realidad es esta otra: es imposible entrevistar al Rey. El Papa es infalible y el Rey es inentrevistable. El Rey es realmente inentrevistable. Hablo como entrevistador por vocación y destino, como periodista: tengo muy claro que el Rey no es una persona con la que se pueda hablar (hablar en registro periodístico, entiéndaseme, hablar como he hablado con Jose Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, Jordi Pujol o Artur Mas: para publicar).
El Rey no es una persona a la que puedas entrevistar, y cuando digo entrevistar quiero decir preguntarle –para publicar– si duerme con pijama o desnudo y en qué lado de la cama y con quien, y a quien le tiene manía, y qué fármacos consume, y qué haría si tuviese un hijo homosexual, y si cree en la vida extraterrestre, y si ha vivido alguna experiencia mística o paranormal, y qué le excita sexualmente, y cual su fantasía erótica favorita, y qué lugar ocupa el sexo en su vida, y de qué se arrepiente, y qué vicio aspira a corregirse, y qué talento querría tener, y a quien querría conocer, y cual es su última pesadilla, y qué está leyendo, y cuál fue su primera novia, y cuál es el primer regalo de Reyes que recuerda, y qué hubiese hecho en la vida de no haber nacido para ser rey… Insisto: el Rey es inentrevistable.
El Rey no es una persona, es un rey. Es decir, una institución, ¡y no puedes entrevistar a una institución!, al menos yo no puedo. No puedes si eres un periodista, si eres un entrevistador en ejercicio. Otra cosa bien distinta es si eres Jesús Hermida. Ah, entonces puedes hacer lo que quieras y pactar con los de TVE que lo llamaréis “entrevista”, para entendernos y para que la gente atienda (atendieron 2.700.000 personas). Bueno, muy bien…, pero no es una entrevista. Entiendo que si no eres ya un periodista en activo (el que se juega su prestigio y credibilidad –y el pan de sus hijos– con las preguntas que hace cada día) y que si estás jubilosamente jubilado como Hermida y vives en las mieles del recuerdo y los laureles de la vieja fama, puedes hacer sin consecuencias para tu futuro profesional y laboral lo siguiente: puedes pactar unas preguntas con la Casa Real y/o recubrirte con todos los escrúpulos posibles para formular unas redondas preguntitas que el Rey te agradecerá́ (“gracias por darme la oportunidad de hablar de mi padre”), y todos satisfechos. Pero no es una entrevista, eso no.
Establece la Constitución Española que el Rey es jurídicamente irresponsable. No establece que sea periodísticamente inentrevistable…, pero ni falta que hace: es así́. Nada que reprochar a nadie, ni a TVE ni al Rey ni a Jesús Hermida: solo señalo cuánto estiramos el término entrevista para que quepa dentro casi todo. Cuando me preguntan “¿a quién te gustaría entrevistar?”, jamás respondo “al Rey”, porque sé que queda fuera del concepto entrevistable, como no se puede entrevistar a un código. Si un día decide el Rey someterse a una entrevista –o sea, a una en-tre-vis-ta–, ¡me la pido! No se la conceda a Jorge Javier Vázquez, Señor, que le preguntará por los yernos, por las hijas, por la nuera, por la regia esposa, por el dinero de bolsillo, por los elefantes y por la última novia. Bueno, la verdad, yo también se lo preguntaré. Ah, y cómo hace para llevar tan bien todo eso y sus 75 años. ¡Felicidades, Señor!
¿y mozito feliz? ¿es inentrevistable?
Sr. Amela, solamente le puedo decir FELICIDADES, y en mayúsculas. Gracias, suerte y sea feliz.
El matrimonio es otra gran institución. Por supuesto, si te gusta entrevistar sólo grandes instituciones -como diria Gaucho Marx.