CRÍTICA DE TV | Víctor-M. Amela: Trabajo en un banco
PRIMO. Veo los informativos de la tele y caigo en la cuenta de que estoy trabajando (¿cuántos días al año? No sé) para pagar el sueldo del señor Rodrigo Rato (6.000 euros/día) y de otros banqueros insolventes, cuyo tren de vida necesita de mi esfuerzo. Yo sigo aquí, dándole a la tecla. Mientras trabajo, el Gobierno de mi Estado se queda un banco, que ahora es un poco mío, pero mío para taparle un agujero con mi sudor (¿con cuántos días al año de mi trabajo? No sé) y a costa de encoger el futuro de mis hijos. Veo en los informativos de la tele un raudo convoy de cochazos de lujo (¿cuántos días de trabajo me han costado? No sé) entrando en los aparcamientos de la sede de Bankia para unas reuniones de emergencia. Veo en los informativos de la tele las moquetas del banco, y sus despachos amplísimos muy bien amueblados con colosales mesas de maderas nobles y sillas ergonómicas (¿cuántos días de trabajo me han costado? No sé), y veo al bedel que abre y cierra la puerta al paso del señor Rato. Al bedel ya doy por hecho que le pago yo el sueldo. Miro los informativos de la tele y me doy cuenta de que estoy trabajando (¿cuántos días al año? No sé) para pagar gastos públicos como esos lotes de regalos comprados por la Junta de Castilla-La Mancha que se han quedado sin repartir: los veo en un informativo, expuestos a las cámaras por el Gobierno actual para visualizar lo derrochador que era el anterior gobierno. Los van a subastar, pero a mí me correspondería –por lo menos– un televisor de plasma y una edición del Quijote, objetos que veo que se acumulan en ese almacén manchego. Veo los informativos de la tele y ya no necesito entender los intríngulis de la economía financiera, porque lo que me hacen ver es lo primo que soy. Ahora sólo me falta saber cuántos días de mi trabajo se pierden cada año en pagar los despropósitos de tanto mandamás con ínfulas. Pero no sé si lo quiero saber.
CONCURSO. Alguien ha descongelado a Ramón García, le ha quitado la capa española y lo ha colocado al frente del concurso ¿Conoces España?, en La 1. Es un concurso que no hará historia: preguntan en qué ciudad nació la actriz Penélope Cruz y cosas así. No le veo mucho recorrido, por el formato y por la presentación: por mucho que Ramón García se esfuerce en ponerle toda la simpatía posible al asunto, comparado con Arturo Valls, Carlos Sobera o Christian Gálvez queda anticuado, y hay quien espera que salga la vaquilla.