El rostro del rosco
Víctor-M. Amela
Carlos Adán, el concursante récord de ‘Pasapalabra’, ¿está siendo ayudado a seguir, tras 37 días?
Cada tarde de cada día de cada semana, mientras zapeo, veo aparecer en pantalla el rostro de un desconocido que está ya dejando de serlo, claro. Es el rostro de Carlos Adán, madrileño de 38 años. El rostro de Carlos Adán se me aparece en el centro del rosco de letras de Pasapalabra (Telecinco).
Carlos Adán da respuesta a las definiciones que el presentador Christian Gálvez le desgrana, y ya lleva encadenadas 37 victorias, lo que le da derecho a seguir concursando, programa tras programa mientras el bote crece y crece. Mañana lunes, Carlos Adán vuelve a concursar por trigésimo octava vez, con un bote acumulado de 1.218.000 euros. Carlos Adán se convierte así en el concursante más longevo de este famoso concurso. Ingeniero de telecomunicaciones y aficionado al ajedrez, a Carlos Adán se le da bien el mítico rosco. Es un tipo tranquilo y sencillo, sereno, de aspecto anodino y apacible, con el que acaba identificándose el telespectador medio de Pasapalabra,que sueña con que juntos se comerán el rosco y se llevarán el abultado bote.
Que un concursante resista y persista facilita al telespectador el proceso de familiarizarse con él, que se establezca un vínculo emocional, una identificación, lo que cursa en beneficio de la cuota de pantalla del concurso. «¿Caerá hoy?», se pregunta el telespectador, «¿o seguirá?» Un factor de intriga, de desafío, que juega en favor del programa. No puedo dejar de pensar en la historia de Quiz show,aquel concurso fundacional de la televisión estadounidense que tuvo cautivados a los telespectadores, enamorados de un concursante que parecía imbatible, erudito, guapo, pulcro, encantador. Hasta que se descubrió el pastel: los productores del programa le soplaban con antelación las preguntas para que se preparase las respuestas. Habían constatado que ese tipo gustaba a la gente, que atraía audiencia y anunciantes, de modo que decidieron ayudarle a seguir concursando, en beneficio de todas las partes. Pero a la gente no le hizo ninguna gracia descubrir la cruda verdad: fue un mazazo terrible para la candidez norteamericana. El alma del país líder del mundo resultó herida, zarandeada, ofendida: había perdido la inocencia, lo que resultó muy doloroso. Fue un revés, casi como si ganar la Segunda Guerra Mundial no hubiese servido de nada. Estados Unidos se dejaba la virginidad entre las bambalinas de un plató.
El imaginario de una nación había resultado ultrajado: había descubierto que la televisión era, por encima de todo, un negocio, una nueva rama del show business.Ahora, más de medio siglo después, todos estamos ya muy resabiados y curtidos, y son muchos les telespectadores que sospechan que alguien está ayudando a Carlos Adán – según comentarios leídos en páginas digitales sobre televisión-,pero eso no resta interés al programa, no pasa nada. Importa la incertidumbre, la emoción y el entretenimiento, importa la gestión del espectáculo por parte de los responsables del programa. Quizá ni siquiera Carlos Adán sea consciente de cómo están jugando con él para permitirle seguir adelante… Ya calibrarán los responsables un balance coste-beneficio, ya sopesarán si les sale más o menos a cuenta dejar ganar o hacer caer a Carlos Adán. Todo en televisión es cuestión de cálculo y de balance de resultados, y no siempre la integridad y la limpieza son lo que más y mejor cotiza en tan democrática bolsa. Es que en el país de los pícaros, el televisor es el rey.
Estimado Victor Amela:
Me permito escribirle este mensaje en calidad de compañero de Carlos Adán en el Club de Ajedrez Chamberí, uno de los más castizos y antiguos de Madrid. Lo conocí hace 9 años, cuando se incorporó al club, y desde entonces trato con él constantemente, a menudo codo con codo los domingos por la mañana, enfrentados en la competición ajedrecística a otros clubs como miembros del mismo equipo. Efectivamente, tal y como dice en su artículo, doy fe de que “es un tipo tranquilo y sencillo, sereno” y probablemente en televisión dé un “aspecto anodino”, como casi todo el mundo, aunque no sea así para quienes lo tratamos, y por otro lado no todos podemos lucir un “look” como el de usted.
Que tenga sus dudas sobre el concurso me parece normal. En el mentidero forero del ajedrez madrileño (www.madridmueve.com) hemos comentado esto y también hemos expresado nuestras dudas, pues pensábamos que el rosco lo darían a quienes ellos quisieran y cuando quisieran. Sin embargo, a diferencia de usted, nuestras dudas han ido en el sentido contrario, que lejos de ayudar a Carlos Adán en algunos programas se ha visto perjudicado con un rosco más difícil que el del rival (más palabras “cerrojo”, definiciones más largas, u otras triquiñuelas que, aun siendo equitativas, no son sin embargo difíciles de imaginar a poco que se piense sobre ello). Supongo que ayer, martes y trece, día de la emisión del programa en que le eliminan (yo conocía el desenlace desde la emisión del programa 14 por boca del propio Carlos) debió de pensar usted que tal vez fue un buen momento para haber sopesado mejor su artículo, al menos en lo referente al concursante.
Lo que me parece imperdonable es que usted como periodista no haya investigado un poco más en el asunto (supongo que le hubiera resultado fácil saber que dos días después este concursante sería eliminado en cuanto a la emisión, porque en la realidad llevaba ya mucho tiempo eliminado). Y lo que es más grave, que no sepa, y créame que es fácil investigarlo, que Carlos Adán no solamente posee el récord cosechado en pasapalabra, sino que además es el concursante que más tiempo ha estado en el decano de los concursos españoles televisivos que actualmente se emiten, “Cifras y letras”, con 68 participaciones, superando por mucho la anterior marca. Si ha visto este programa alguna vez, comprenderá que allí es imposible manipular si no se hace con descaro, pues las pruebas son iguales para ambos concursantes y objetivas. Y como el nombre indica, se ponen a prueba las destrezas numéricas y de conocimiento y formación del léxico. Una simple comparación entre ambos concursos le hará intuir que si era excelente en el Cifras y Letras también podría serlo en Pasapalabra. Por cierto, la emisión de los programas en los que caía eliminado en ambos concursos se emitió en un martes y trece, y al igual que en Pasapalabra, la mujer que lo derrotó fue también eliminada al día siguiente.
Por lo demás le aseguro que Carlos Adán es perfectamente consciente, más que usted y yo juntos, de lo que hayan podido jugar o no con él. Pero como es tremendamente práctico (lo he podido comprobar largamente en lo referente a la organización de nuestro club), le aseguro que si el precio de que Telecinco jugara con él era la posibilidad de llevarse tan suculento premio, él aceptaba gustoso el reto. Y por encima de los premios, que en este caso era cuantioso, estoy seguro de que ha participado por la pasión con la que vive la competición mental e intelectual, como demuestra su afición al ajedrez de competición y como compruebo habitualmente.
En fin, me es igual que quiera darle un palo a estos concursos o a Telecinco, cadena que no es de mi agrado por otro lado, pero que lo haga poniendo en duda el juego limpio y honorabilidad de mi compañero de club he de decirle que con ello no mancha el nombre de Carlos, sino el suyo propio y el de su credibilidad.
Atentamente, José Antonio Lozano Sánchez.
Me parece Victor que no has enterado de nada y escribes aquello que puede darte cierto protagonismo . Carlos ha sido el mejor concursante que ha pasado por Cifras y Letras. Ya entonces demostró una gran habilidad para el calculo mental, con una velocidad y precisión inalcanzable para cualquier otro concursante, lo que le hizo permanecer varios meses en pantalla. Si hubieras visto un solo programa hubieras podido comprobar que hay cosas que no se pueden fingir y menos una persona de la humidad de Carlos.
En Pasapalabra , Carlos tuvo que utilizar todos sus recursos: concentracion, velocidad mental ,autocontrol etc para sobrevivir día a día ya que evidentemente tenia algunas carencias en las preguntas relacionadas con la literatura, cine, musica , pintura y otras artes y aunque seguro que se ha preparado lo mejor posible ,su formacion de Ingeniero de Telecomunicaciones suponia en este caso un handicap frente a otros concursantes que dominaban mejor esos temas.
Por favor, echale un vistazo a cualquiera de los programas en los que ha intervenido Carlos y despues escribes algo razonable.
saludos
javier recuero
Yo opino que es el mejor concursante de Pasapalabra . Debería aprender más de literatura y de conexión , pero por lo demás yo creo que iba sobrado. Es una pena que por una tontería lo hayan echado . Y lo que más gracia me hace es que la tía que lo ha echado ,la echen a ella al día siguiente.
Algún día de estos podría volver ,se puede tener tanta mala suerte como buena,quien le dice que si va no se lo va a llevar .
CARLOS!! Mucha suerte en la vida. 😉