Suma de subjetividades
Víctor-M. Amela
Persiste la controversia acerca del reparto de tiempos entre partidos políticos en televisión durante la campaña electoral (sólo durante la campaña electoral y sólo en la televisión pública, se entiende).
Jordi Basté, ayer en su tertulia de RAC1, sugiere que los políticos pretenden hacer lo mismo en la televisión privada. Tranquilo, Jordi: tal propósito es del todo anticonstitucional, no tendría viabilidad legal. Otra cosa es que algún canal privado opte por pasar por algún aro…
Oigo a Pilar Rahola decir que preferiría que los periodistas gestionasen la campaña electoral en la televisión pública, en vez de los comisarios políticos.
¿Seguro? Yo prefiero que los comisarios políticos se neutralicen entre sí en la Junta Electoral, acuerden un reparto equitativo de tiempos televisivos durante las campañas (sólo durante las campañas, se entiende), y así tengamos la fiesta en paz.
Entreguemos la televisión pública durante quince días a los políticos – ¿no es la política la gestión de lo público?-y practiquemos los periodistas una suspensión temporal de nuestra fe, una breve moratoria consciente e higiénica. Y, eso sí, el resto del año, ¡periodismo! Con el riesgo que implica el periodismo – esa compleja suma de subjetividades-en las televisiones públicas: véase Telemadrid (o Canal 9, o la TVE de Urdaci). ¿No hemos puesto el grito en el cielo alguna vez – Pilar Rahola o yo-por el descarado partidismo del periodismo practicado por esas televisiones públicas? Al final, la cuestión acaba en esto: ¿quién contrata y despide a los periodistas de una televisión pública? (por cierto: ¡felicidades a Ana Pastor, que ayer recogió el premio Protagonistas por su buen trabajo en TVE).
En todo caso, segurísimo que el debate que veremos el próximo viernes en el canal privado 8tv, moderado por Josep Cuní – con el concurso de Rahola, Jordi Basté y Jordi Barbeta-,resultará muchísimo más vivaz, ameno e ilustrativo que los debates que llevamos vistos en nuestras entrañables televisiones públicas.