El gobierno invisible
Víctor-M. Amela
Mutismo.
Rajoy, entrevistado por Gloria Lomana, la jefa de los servicios informativos de Antena 3 (miércoles noche). Lomana ha querido saber cuántos ministros tendrá el gobierno de Rajoy: «Quizá uno o dos menos que ahora, pero no es algo muy relevante». «¿En qué ministerios piensa», repregunta Lomana. «No está cerrado», torea Rajoy. «¿Su ministro de economía ya sabe que lo será?», se interesa Lomana. «No. Sólo pido confianza a los españoles», concluye Rajoy. El presidenciable no suelta prenda. ¿Para qué? Sabe que gana sin necesidad de explicar su gobierno, y sabe que dar pistas sobre eso sólo servirá para que su adversario golpee ese flanco, le critique y acogote al ministrable. Ante el cauteloso mutismo del candidato, cambio de tercio en las preguntas: «¿Cómo lleva usted su inglés?» Respuesta: «Mi hijo es una esponja, pero yo tengo ya 56 años, ¡y me cuesta!». Ladina respuesta, que busca la complicidad de millones de españoles de su generación, impermeables al inglés. Y una revelación pequeñita y simpática: «La corbata del debate me la eligió mi hijo Mariano entre varias». Con esta confidencia, Rajoy quiere mostrarse refractario a los asesores de imagen. En tal caso, habrá que atribuirle a él (o a su esposa) la elección del contundente tono castaño de su tinte capilar, tan comentado por su brusco contraste con el entrecano de la barba.
Vídeo.
Controversia mediática a cuento de los vídeos del PSC, en particular el del enfermo que fallece en una cama de hospital ante un maniquí que debiera ser un médico, metáfora de los recortes presupuestarios en la sanidad pública. Dos opiniones, ayer por la tarde en la tertulia de 24 horas sean pijos o no-y los muertos, ¡mejor dejarlos fuera de la propaganda electoral!», opina Ana Romero. «Estos vídeos sirven para centrar el debate, denuncian un programa real: ¡los recortes son eso!», opina Fernando Berlín. Me pregunto si alguna vez algún vídeo de propaganda electoral nos pareció a todos justo y benéfico.