El debate, pobre negocio
Víctor-M. Amela
Perduran algunas ondas en el estanque generadas por el debate Rubalcaba-Rajoy. Una onda muy pertinaz es la de su desorbitado coste (medio millón de euros), que ya critiqué aquí el domingo, y que sigue injustificado a ojos de los contribuyentes.
Otra onda es la de la audiencia que obtuvo el debate: los medios la han ponderado como un éxito, más allá de la indecisión y desmotivación de parte del electorado. Y es verdad que un 24,1% de cuota de pantalla (La 1) está bien, siendo el 18% el promedio de la cadena en ese día. Antena 3, por su parte, obtuvo un 9,3% de cuota de pantalla. La Sexta, un 6,1%. Y Cuatro, un 4,3%. Está bien.
Pero el aparente éxito no es para tanto si comparamos estos registros con los de las mismas cadenas a las mismas horas del mismo día de la semana anterior: practicó esta comparativa Alfonso Arús en Arucitys (8tv) el día siguiente, para descubrir que, en realidad, «el debate ha hecho perder cuota de pantalla al conjunto de las cadenas, a las cadenas que lo han emitido».
A saber: si el lunes del debate La 1 cosechó un 24,1% de cuota, el lunes anterior obtuvo un 27,7% con Águilaroja (¡3,6 puntos más que el debate!). Si Antena 3 obtuvo con el debate un 9,3%, el lunes anterior obtuvo un 9,5% (2 décimas más que el debate). Si La Sexta obtuvo con el debate un 6,1%, el lunes anterior tuvo un 4,7% (aquí sí que el debate proporcionó a la cadena 1,4 puntos). Y si Cuatro obtuvo con el debate un 4,3%, el lunes anterior había obtenido un 5,1% con Frank de la jungla (8 décimas más).
En suma, echadas las cuentas, resulta que el debate del lunes 7 de noviembre tuvo menos audiencia que las ofertas televisivas del lunes 31 de octubre: en concreto, el debate Rajoy-Rubalcaba de esta semana ha proporcionado a la televisión 3,2 puntos menos que la semana anterior en la misma franja horaria, tomadas las cadenas que lo emitieron.
El máximo careo electoral, pues, no es negocio para la televisión: es carísimo y no reporta más audiencia.
La Contra és, normalment, la meva primera lectura matutina. De qualsevol dels tres firmants habituals. Hi ha articles que m’interessen molt, d’altres que trobo oportunistes pel tema, però en general m’agraden i si n’hi ha algun especialment bo, per mi, el retallo i me’l guardo. Generalment no el torno a llegir, però el tinc a mà.
La Contra és normalment, la primera lestura matutina. De qualsevol dels tres firmants habituals. Hi ha articles que m’interessen molt, d’altres no tant però en general m’agraden i si n’hi ha algun especialment bo el retallo i m’el guardo. Generalment no el torno a llegir però el tinc a mà.