Competencia a todo color
Víctor-M. Amela
Mònica López, con su vientre ocupando media África,debería informar del avance de su embarazo
JUGADA MAESTRA.Tengo a La competència por uno de esos programas de radio que hará historia, que marcará una época. Lo que más agradecemos es que que nos hagan reír, y Òscar Dalmau y Òscar Andreu lo hacen cada día desde este programa divertidísimo que se burla del muerto y de quien lo vela, con un humor paródico, a tumba abierta, sin manías y muy certero. La competència a la vez-del independentismo o la emigración, nos llevan a la risa mediante la exageración y el despropósito, de lo que emana un afilado perfil de la realidad, realidad a menudo tan absurda cuando el periodismo se la toma demasiado en serio. Anteanoche, 8tv estrenó La competència en color,la versión televisiva. Es casi una versión teatralizada, grabada en un escenario durante la emisión del mediodía del viernes, con los Òscar puestos en pie y maqueados: es una jugada maestra (y barata). Los muchos fans radiofónicos de La competència tenemos oportunidad de ver actuar a los protagonistas de nuestro programa favorito, de verles la cara mientras impostan voces para crear personajes, de ver su interacción, las chanzas que se gastan, todo lo que pasa en los micrófonos. Este experimento demuestra que la radio televisada, hecha por artistas de verdad, es un espectáculo para aplaudir con ganas.
VIENTRE DEL TIEMPO. Mònica López, jefa de los meteoros en TVE, está felizmente encinta. Su estado de buena esperanza protagoniza en primer plano de su sección meteorológica, de las más completas de la actual televisión. El embarazo literal de Mònica López llena la pantalla. Su tripa pletórica se pasea entre borrascas e isobaras, avanza sobre el planisferio sin que la detengan ni tifones ni huracanes. La criatura que viaja en el vientre de Mónica López vendrá al mundo muy curtida en vientos y tempestades, perita en anticiclones, sabia en soles, granizos, olas y nubes. La barriga de Mónica López va por delante de ella y hay veces en que está avanzando hacia Europa y su ombligo se ha comido ya medio continente africano. A veces esa barriga devora Sudamérica, a veces tapa el sudeste asiático en bloque. Es muy tierno, casi angélico, profético. La gestante pasea sobre el globo terráqueo el fruto de su vientre. Es inevitable contemplar ese rozagante vientre mientras su dueña explica qué tiempo hará mañana. Atendemos, pero miramos el volumen rotundo de la criatura que viene. Los telespectadores en casa discuten acerca de los meses de embarazo que delata ese perfil ventral. ¿Cinco, seis meses…? Siendo una gestación televisada cada día, y puesto que deseamos que Mònica López siga informándonos hasta la ruptura de aguas, me gustaría que cerrase su sección informándonos del estado de su estado. Con la barriga sobre el Índico o tapando Malasia, Australia o Ceilán, que nos diga cuántos días restan de gestación, qué ha dicho la amniocentesis, si el feto patalea mucho o poco, si viene niño o niña, si nacerá en la sanidad pública o privada, si ha decidido ya el nombre de la criatura. Mònica López (ex Els matins de Josep Cuní en TV3) habla rápido y es a la vez inteligible, sabría darnos una perla de su estado con eficacia.