Crítica TV...

CRÍTICA DE TV | RTVE finizapateril

24/09/11 por Victor Amela

CRÍTICA DE TV

RTVE finizapateril

Víctor-M. Amela
Zapatero, fiel a su compromiso electoral, no repitió el modelo de Aznar en RTVE, que la tuvo bien apretada por el gaznate hasta la noche antes del 14-M.

El periodo zapateril, a punto de concluir, ha sido el más pluralista de toda la historia de RTVE, el menos partidista y el más pacífico políticamente. Además, se ha logrado lo que todos prometieron durante decenios y nadie hacía: racionalizar la elefantiásica plantilla de RTVE, frenar su galopante déficit, reducir su insondable deuda y, encima, hacerla viable sin publicidad comercial, dejando de competir deslealmente con las televisiones privadas.

Son triunfos que anotar en el palmarés de Zapatero (si alguien prefiere una televisión pública estatal más potente, que detalle en su programa electoral cuánto nos costará, y votamos).

La loable magnanimidad política de Zapatero ha fomentado la pluralidad en RTVE, y a la vez ha generado este consejo de administración sin presidente que acaba haciéndose zancadillas a sí mismo: los consejeros nombrados por PP y PSOE, en la inminencia de la campaña electoral, quieren controlarse mutuamente para que en los informativos de TVE no salga más el jefe del otro que el de uno (Rajoy y Rubalcaba), y quisieron disponer de las claves para acceder a lo que los informativos preparan. ¿Censura previa? No necesariamente, aunque sí suena muy feo.

El PP votó sí y el PSOE se abstuvo (escenificación de que no había pacto, habiéndolo), y el acuerdo salió adelante). CiU apoyó el acuerdo mayoritario y votó sí, con la convicción de que no suponía control o censura previa de los informativos: así lo asegura Josep Manuel Silva, consejero de CiU, que ha pedido perdón por su error, ¡actitud infrecuente y que le honra! Todos abominan ahora del feo acuerdo, claro.

La era zapateril acaba y todos vuelven a las andadas. Los políticos ansían controlar la información y los informadores anhelan preservar su autonomía teniendo cada uno sus inclinaciones: ¡un periodista no es un ángel! La pluralidad es deseable, pero ¿quién y cómo la gestiona? Conflicto sin resolución, y por eso creo un mal menor que, durante el breve lapso de la campaña electoral, los partidos pacten y cronometren los tiempos dedicados a cada uno, y que la junta electoral arbitre.

Los periodistas de los medios públicos, en vez de quejarse, que lo agradezcan y suspendan transitoriamente su criterio. Y que crucen los dedos para que no vengan mayorías absolutas.

Deja tu mensaje

Avísame si hay comentarios. Sin comentar, pero me subscribo aquí

Back to top