Víctor-M. Amela
La señora Campos ha comprobado que en la tele ya no hay clases, y que quien a hierro mata, a hierro muere
La señora María Teresa Campos – gran profesional de la televisión-se ha enfadado mucho. Se ha enfadado con los colaboradores del programa Sálvame ¿casi llorosa?-,ofendida, agraviada, ha sido gracioso verla levantarse de su sillón y largarse de ese plató en el que ella también colabora esporádicamente.
El moderador, Jorge Javier Vázquez, no ha podido impedirlo, y ha sido también divertido verle un poco incómodo, desbordado por la imprevista situación. Esto que ha sucedido en directo era inevitable, tenía que pasar un día u otro: aunque la tradición mediática dictaba que perro no come perro, eso ya pasó a la historia, es muy antiguo.
La señora Campos, desde la autoridad que le confiere ser «una gran profesional» – mantra que todo el mundo repite cuando se refiere a ella-se permitió criticar en directo la conducta de uno de los colaboradores del programa (Kiko Matamoros) que estaba hablando mal de una tercera persona ausente, a lo que Matamoros adujo que «si aquí fuésemos buenecitos, nadie nos miraría». Disgustada, ella le afeó esta sentencia (realista) desde su trono de gran profesional.
Lo que ha pasado entonces es que todos los colaboradores presentes, uno a uno, se han sentido legitimados para reprocharle a la señora Campos – gran profesional-que cuando ella tutelaba corrillos de cotilleo televisivo, resultaron ofendidos y agraviados por sus tertulianos, sin que ella – gran profesional-hiciese gran cosa por impedirlo y por defenderles. «¡Y hasta hicisteis llorar a mi madre!», se quejó melodramáticamente uno de los colaboradores de Sálvame,Kiko Hernández. Uhhhh… Atrapada por su propio pasado, acosada, agobiada, la señora Campos – gran profesional-ha tenido que levantarse y largarse del plató, porque no ha soportado verse criticada por Belén Esteban y compañía, verse rebajada a su mismo nivel, siendo ella una gran profesional sin tacha.
Dos frases hechas pueden citarse aquí: «La gran profesional ha probado de su propio veneno», y «quien a hierro mata, a hierro muere». Yo diría que la señora Campos – gran profesional-tiene una visión antigua de la televisión, de aquellos tiempos en que unos criticaban desde el podio y otros eran criticados desde el lodo. Parece no haberse dado cuenta de que ahora todos están mezclados en el lodo, ella incluida: ya no hay clases, categorías ni distingos. Para estar hoy en la tele hay que tener tanto, tanto ego que hasta hay que estar dispuesto a que te lo mordisqueen.
Que los perros coman perro es ya parte obligada del negocio televisivo… y ella es de una raza canina muy apetitosa. Al día siguiente, en el programa de la mañana de la misma cadena – pero de otra productora, eso sí-,todos los colaboradores, en bloque y como una sola persona, han defendido a la señora Campos – gran profesional-, arguyendo que ella ha podido cometer algún error en el pasado, pero que es sobre todo una gran profesional que nunca ha insultado a nadie. Y entonces he recordado el día en que la gran profesional, levantándose de su sillón, miró a cámara y espetó un sonoro «¡gilipollas!», en directo, al máximo directivo de otra cadena (la misma en que la gran profesional trabaja ahora). No me digas que no es un circo de mucha risa.
Grandisima critica, de hecho, creo que para escribir este articulo, el señor Amela me ha leído la mente.
La Campos no puede obviar el haber tenido colaboradores de la misma calaña que los que hay en Sálvame, ella, curiosamente tuvo en sus filas a Coto Matamoros, mucho peor y más dañino que Kiko Matamoros.
María Teresa a su edad, lo que tiene que hacer es jubilarse, que con el dinero que tiene no se que hace en tv, y más para hacer un programa caduco como QTTF.