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CRÍTICA DE TV | Ángeles y pepinos

07/06/11 por Victor Amela

Víctor-M. Amela

Quién iba a decirle a Pedro Piqueras que un día saldría en pantalla empuñando un pepino

INCESTO. Los excesos argumentales de la serie vampírica Ángel o demonio su pacto luciferino le evita envejecer-se ve compelida a acostarse con su propio hijo si no quiere perder los beneficios de la fresca juventud de su físico, siendo ella en verdad septuagenaria. Este hijo es un señor que gestiona un geriátrico, y las mieles del sexo incestuoso – el hijo ignora el parentesco con su aparentemente joven amante-permite a la súcubo convencer a su hijo ¡para que envenene a un viejecito del geriátrico, mediante inyección tóxica! El desenlace evitará el crimen, pero el caso es que estos excesos argumentales – impensables hace pocos años en una serie de ficción española-,tan estridentes, se revelan inocuos a la hora de conseguir seguidores.

CABA.En cambio, sí está convenciendo a los telespectadores la ficción de Gran reserva (La 1, jueves noche), una trama de intrigas, secretos y traiciones en torno a dos grandes familias de bodegueros españoles, un Nissaga de poder a lo grande, un Falcon Crest ibérico. Acopia casi un 20% de cuota de pantalla, un logro muy meritorio en estos tiempos de fragmentación de audiencias. Una de las claves del éxito de Gran reserva reposa en la pericia del actor que encarna al maquiavélico patriarca: Emilio Gutiérrez Caba, actor experimentadísimo, siempre convincente en sus papeles televisivos. Aún guardo memoria de su conmovedora interpretación en El idiota,versión del relato de Dostoyevski en Novela,hace 35 añitos, en mi televisor en blanco y negro. Un aplauso para este infalible actor de fondo.

CAMPAÑA. ¡Quién iba a decirles a Pedro Piqueras o a Concha García Campoy que un día saldrían en pantalla empuñando un pepino! La televisión te convierte en icono y tienes que aparecer pepino en mano. Así es el mundo global. Los periodistas, presentadores, comunicadores y showmans de Telecinco y Cuatro han sido convocados por su empresa para una campaña en favor del pepino español, que es a la vez una campaña de imagen de la empresa televisiva, aprovechando así para autopromocionarse un lance de la actualidad económica y sociopolítica europea. Esto de Europa lo hace tambalear una bacteria, ya vemos, pero también una bacteria y un pepino sirven para excitar el patriotismo televisual. La activista más entregada ha sido Emma García, que se mete directamente el extremo de un notable pepino en la boca, y sin pelar. No he visto todavía a Belén Esteban comerse el pepino (sin dinero mediante no abre la boca): si le pagasen bien los hortelanos, podría salvar la balanza comercial agraria española.

LECTORES. Los polacos Toni Soler y Queco Novell, seguidores confesos de L´hora del lector (33) del amigo Emilio Manzano, han dedicado a su inminente final un chispeante sketchs en su siempre atento Polònia (33), a modo de despedida y homenaje, con participación de los ya inolvidables Maruja Torres, Pere Gimferrer y Quim Monzó polacos,dándoles pasaporte el propio Manzano en un cameo muy a la americana… Polònia vuelve a demostrar así reflejos, sensibilidad y agudeza en la parodia de los azares de la actualidad: no sólo los de la vida política, sino también los de la vida cultural y mediática catalana.

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